De sentimientos va esto...
Hoy vengo a contaros una historia, en la que la protagonista
era mi abuela. Todo empezó el 4 de Octubre de 1934, cuando la tierra recibió a
una hermosa niña llamada Mª Ángeles, nombre acorde con su personalidad
celestial. Tranquila, amable, justa… adjetivos tan simples, pero tan difíciles
de conseguir por su perfección, y que tanto la definían.
Tuvo una infancia feliz, junto a sus padres. Ella como joya
más preciada protegida estaba. En sus
estudios, llegó a una de las metas más difíciles de ser alcanzadas por una mujer
en aquel tiempo. El 1 de Septiembre de 1957 se unió a su confidente, que ella
lo respetó hasta después de su muerte. Vengo a contarles su vida, lo más
preciado que recibió el señor hace dos días.
Lo qué de objetivo más valorado tenía, era el amor de
familia, único, incomparable, la riqueza más perseguida… Todo el mundo que el
placer de conocerla hemos tenido, recibíamos de ella, un pedacito de su alma.
Era sencilla, cabal, cercana y buena consejera.
Tuvo cinco hijos, una ahora tendrás que acunar, y a los otros has de
esperar.
No todo fue feliz en su vida, desgraciadamente sufrió su día
a día. Su cuerpo y alma ahora por fin descansarán, ella tendrá paz.
Adiós Yaya, hasta siempre desde aquí te escribimos, y aunque
estés un poco lejos, sabemos que nos estás escuchando. Hoy, hasta el cielo llora tu pérdida. Ahora
ya, Dios está con ella.
TE QUIEREN TUS NIETAS
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