Pesadez en los párpados,
ruido constante interno,
sueños acalorados, y
silencio frío y eterno.
Las horas son relativas,
el respirar no es extenso,
los segundos parecen días,
cuando uno roza el invierno.
La temperatura cae,
cae con aplomo mi peso,
sobre la cama tendida y,
escucho un sollozo de lejos.
El Sol está ya al oeste,
veo rojo, cruel tono infierno,
es la hora, aunque cueste,
vuelvo al seno materno.
Julie Sharks


