jueves, 21 de noviembre de 2019

RÍO ARAGÓN

Apenas recuerdo un nombre, 
y un aullido resuena.
Apenas recuerdo una noche,
y mi corazón se aprieta.
Una noche estrellada,
entre bosque y maleza,
nos juramos amor eterno,
con una mirada sincera.

Aquel día bucólico,
en un río de gran belleza,
unas risas incontrolables,
resuenan, nostálgicas, 
en mi cabeza.

En los largos senderos, 
los frutos que esperan,
a no ser recogidos, 
porque son de la tierra;
nosotros vilmente, 
los arrancamos de su hierba,
sin contar con sus raíces, 
ni con el viento que resuella.


Julie Sharks

domingo, 15 de septiembre de 2019

QUIERO PODER DECIR QUE HE SENTIDO LO ESENCIAL QUE ES INVISIBLE A LOS OJOS

Con 21 años logré muchas cosas. Ha sido un año de cambios en el que conseguí salir al mundo laboral, conseguí mi primer sueldo, mis primeros pacientes, mi primer y segundo tatuaje a la vez; conseguí vivir mi graduación con grandes amigos que se han convertido en compañeros de vida. Perdí amigos pero gané hermanos. Viajé, bailé ante más de 500 personas. 

Viví con mi perro paseos interminables y paseos demasiado cortos, además de tantos mimos que me es imposible el contarlos, ¿pero qué más daría esa cifra?

Aprendí sobre mundos que nunca imaginé que aprendería, pero que estoy más que encantada de haber rozado ligeramente con mi ingenuidad. 
Reí y lloré como nadie y como todos. Sentí que las cosas no tenían sentido y que todo era absurdo, pero también cómo el corazón se me paraba al ver a mi gente "domesticada" partir. 

Ha sido un año intenso, en el que he intentado crecer como persona (no tanto a lo ancho), en el que he intentado aprender a valorar quién ha estado y quién está, porque nunca sabrás cuándo dices adiós definitivamente. He aprendido que no es más importante quién comparte sólo risas y sólo lloros, o comparte ambos; sino quién comparte la intensidad de la vida. 

La he cagado un millón de veces, y la volveré a cagar un millón más. He aprendido que la vida son momentos fugaces tanto felices como tristes, pero que todo pasa, que hasta el momento más precioso que se quedó grabado a fuego en tu corazón pasó y que el peor de tus tormentos también. He superado traumas y he creado otros que espero también superar. 

He currado muchísimo y espero currar aún más, por mí, por mi futuro y por los que me rodean. He procrastinado no sé si más de lo que debería, pero ese tiempo no volverá, y no estoy triste por ello. He sudado la gota gorda trabajando por mis sueños, he luchado física y mentalmente por cosas que valían y no valían la pena, pero que si no hubiera luchado por ellas no habría sabido valorarlas. 

He leído libros interminables y libros que desee que fueran eternos, y he dejado de leer una inmensidad más. He creado listas para un futuro que no sé si tendré y he dejado de crear otras que tendría que haber creado. 

No sé si los 22 serán igual de intensos que los 21, pero simplemente espero seguir viviendo con la misma intensidad, quiero seguir aprendiendo, quiero seguir formándome para ser mejor enfermera, quiero seguir siendo cada día mejor persona con la gente que me rodea de verdad, quiero aprender a hablar un poquito menos y a escuchar mucho más, quiero aprender a llorar sin juzgarme por ello, quiero poder decir que he sido y soy feliz; y quiero que el año que viene el discurso que escriba sea un poco mejor que este o al menos más sabio. 

Quiero poder decir que he sentido lo esencial que es invisible a los ojos. 

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Julie Sharks


domingo, 8 de septiembre de 2019

MICRORELATO: DEMASIADO TIEMPO

Llevaba demasiado tiempo teniendo la boca cerrada, tanto que se me había olvidado hablar. Esa incómoda sensación de los puntos tirando y el abrirse de la herida. Llevaba demasiado tiempo sin poder soltar la palabra "ayuda", tanto que casi fue demasiado tarde. Esa cabezota que se empeñaba en tragarse sus sentimientos, literalmente. Llevaba demasiado tiempo sometida al silencio autoimpuesto con finalidad inconclusa. Esa finalidad que no sabía cómo, me había mantenido coja durante aproximadamente un año. Llevaba demasiado tiempo con angustia, una que te asfixia desde dentro. Esa que te va intoxicando lentamente hasta que un día tus pruebas se alteran. Llevaba demasiado tiempo queriendo salir corriendo pero sin tener el valor de pensarlo si quiera. Esa falta de valor que paraliza porque en tu mente resuena "pavor". Y a medida que pasaba demasiado tiempo, la ansiedad, la angustia, el temor, el miedo; todo ello crecía... pero también la desesperación, la necesidad de cambio y la revolución.

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Julie Sharks

martes, 29 de enero de 2019

DIACRÓNICA

¡Hola de nuevo! Quería volver de una forma completamente única e intensa. Para ello, os comparto lo que para mí fue sin duda uno de los momentos más felices y que me enorgulleció tanto. 
Fue cuando terminé de componer mi primera obra. Es una canción en la que el protagonismo es único del piano. Esta obra se llama "Diacrónica" en honor a todo lo que me llevó a escribirla, mi vida. Está cargada de un sentimiento que acompaña durante toda la interpretación, este es la nostalgia. La nostalgia por los momentos tanto fáciles como difíciles que he vivido. Interpreté la obra públicamente un junio de 2017 y estoy a la espera de todavía grabarla profesionalmente y escribirla en partitura. Con suerte este año saldrá ya al mundo y espero sin duda que os conmueva y os transmita tanto como a mí me lo hace. Sin más dilación, os muestro el recorrido de lo que me transmite.  

Todo comenzó como una pequeña bruma del mar, suave, armonioso... Hasta que el pequeño baile de notas brotó, llenándose de una tranquilidad y paz tremenda. De repente pude ver, la esencia de las cosas, la profundidad de la existencia, solo fue necesario un susurro que llenaría mi corazón. Aquella brisa marina que trasmitía tanto amor, que era inconcebible a nuestro pensamiento racional. Fue ese escalofrío al escuchar esos agudos sordos. Fue entrar en sintonía y sincronía con mi latido, con mi corazón. Vals precioso de tal profundidad como el océano. Que solemnidad, con ese épico genero, trata sobre un camino, el de vuelta a casa tras la batalla. Qué batalla aquella, en la que libramos caballeros y damas por un mundo prometido.. Las leyendas, que son más que historias llenas de alma, costumbre y misticidad. Historia e historias de una y de todas, historias e historia de todos y de uno. 

De repente detecto tristeza y sufrimiento pero a diferencia de las demás no vislumbro penumbra. ¿Es posible un sentimiento tan puro? Se encuentra tormento, dificultad, lucha y ganas de perderse y rendirse... Sin embargo, el canto de un ave resuena por toda la habitación; es el canto de un ave de colores cálidos y que tiene por costumbre renacer de las cenizas. Me hace replantearme que sea una historia de superación personal, pero como la vida misma, no suele ser llana. ¡Ay! ¡Cuánto ansiamos las vidas llanas! Y, sin embargo, da la casualidad de que suelen ser las más desoladoras; el puro aburrimiento abriéndose camino entre rutina y tranquilidad que acaba con toda esperanza de conocer la felicidad. ¿Será que confundimos la felicidad con la vida tranquila? no lo sé... ¿Será que con sólo oír la palabra tranquilidad soltamos un escabroso bostezo? 

Pero cuando estamos en la base de la montaña, de nuestro próximo objetivo y nos enfrentamos a la realidad más cruda, que puede que nos caigamos en el camino, nos acordamos del verde sendero que no conlleva dificultad alguna. Aunque no haga falta decirlo, no todos los senderos que nos esperan van a ser verdes, y somos omnívoros que no sólo pastamos. 

Sonidos graves y aturullados en los que entre tanto, veo que estalla la guerra, una de las más difíciles que he tenido que combatir sin duda, el sentimiento de pérdida más crudo y más duro nunca antes experimentado. Había oído hablar de él, ese en el que te entran ganas de rendirte, pero de rendirte de verdad, de cerrar los ojos y permitirte momentos en los que no tengas que ocuparte de nada más que de respirar. Esos sonidos continúan, y aún se tornan más complejos, más crudos y más "fortissimo". Parece ser una espiral, un círculo vicioso pero algo o alguien rompe esa rutina. 
Resuena de nuevo el estribillo de paz... ¿será que todo vuelve a la calma? No creo que por mucho tiempo tratándose de mi vida. 



Julie Sharks