Maldita suerte la mía,
que enmudecí al encontrarte;
maldita suerte la mía,
porque mi voz acallaste.
Maldita suerte la mía,
que no es suerte si lo elijo;
maldita suerte la mía,
por querer como él lo hizo.
Maldita suerte la mía,
por velar por tus deseos;
maldita suerte la mía,
porque me perdí en ellos.
Maldita suerte la mía,
porque sé como me siento;
maldita suerte la mía,
porque sin mí no me encuentro.
Maldita suerte la mía,
que silencio solo clamo;
maldita suerte la mía,
que susurro, que no hablo.
Maldita suerte la mía,
que la oscuridad me acecha;
maldita suerte la mía,
que fugacidad la nuestra.
Maldita suerte la mía,
por perder las mil batallas;
maldita suerte la mía,
por ganar las otras tantas.
Maldita suerte la mía,
que destroza el infinito;
maldita suerte la mía,
que me arroja al abismo.
Julie Sharks
