jueves, 31 de agosto de 2017

QUERIDA DÉCADA

Parece que fue ayer cuando me decían: "ya tienes las manos completas". Sin embargo, ahora, ya son dos veces "esas manos". 
Has sido dura, preciosa, sórdida, impredecible, estabilizante, feliz... 
En ti, he conocido a mis verdaderos amigos, pero también dejaba de conocer a gente que creía hacerlo. 
En ti, he perdido a gente que amaba con todo mi corazón y que allí es donde vivirán para los restos. 
En ti, he perdido batallas con el olvido, la indiferencia y la ignorancia; pero he ganado guerras con paz y sonrisas. 
En ti, he experimentado calabazas, pero también mucho amor y cercanía de las personas que me rodean o me han ido rodeando. 
En ti, he aprendido a ser más fuerte, y a valorar a las personas que están a mi lado de verdad. 
En ti, he aprendido que la vida es dura, no es cuento de princesas en el que todo acaba bien y tanto la vida como el tiempo no perdonan. También, que sólo hay una oportunidad para hacer las cosas y que no debes dejarla escapar, siempre te aportarán algo. 
En ti, he comprendido que la palabra amistad no es "mencionarse en las redes sociales", "el número de amigos" o "cuántos mensajes nos enviamos" sino que es algo sólido, que se trabaja poco a poco, y que no debes descuidarlos por nada del mundo. Ellos te hacen la vida plena. 
En ti, he entendido que los errores a veces son ineludibles, pero que no son negativos.
En ti, he comenzado el camino de "hacerme un hueco" en la sociedad y a ser útil. 
En ti, me he reafirmado en que la familia es un búnker contra los que quieren dañarla, y que está en las buenas y en las malas, luchando para salir adelante. Pero también, que ese búnker está abierto para todos los que quieran venir a dar amor y a recibirlo. 
Me has hecho entender que el amor es intenso, apasionado y que si se quiere, no cesa nunca. Que debe ser incondicional y que está en todas partes. Que ya no eres sólo tú, sino también los demás. 
Me has dotado de unos atisbos de juicio, decisión, carácter, personalidad y pequeña sabiduría por tu paso. Me has dado la posibilidad de elegir, de tomar mis decisiones, buenas o malas. 
Me lo has hecho pasar mal, realmente mal, pero increiblemente bien. 
En ti, he visto mares, montañas, paisajes que no te dejan desapercibido. He viajado, he conocido cosas que no me servirán para nada, y otras que serán determinantes para el resto de mi vida. He echado de menos, y seguiré echando de menos a los que un día fueron los que también estaban conmigo como mis abuelos y mi tía abuela. 
En ti, he cantado, bailado, dibujado, pintado, escrito, leído, llorado, reído infinidad de veces. Como scout y como no scout. Pero ellos han sido y son una grandísima parte de mi vida, siempre estarán presentes en las decisiones que tome, en las actitudes... 
En ti, querida década, HE VIVIDO. Por eso quiero decirte, que ahora ya eres historia, que ahora ya sólo eres recuerdos y que ya no quiero que vuelvas, sino que dejes paso a todo lo nuevo que viene en la siguiente; que comenzaré otra vez y que seré mejor cada día. 

Resultado de imagen de tarta con 20 años

Julie Sharks

lunes, 7 de agosto de 2017

OASIS



Las palabras desaparecen, y en su cara y en mi cara sólo una sonrisa, desnuda, pura y sincera. Podríamos decir que es felicidad en acto y esencia. ¿Mas no es eso lo que importa? Pues yo sé que este amor si es verdadero, ¿y que más puedo pedir? Si tengo la suerte de poder compartir, vivir con el mejor compañero. ¿Y qué más puedo pedir? Si tengo la suerte de poder contemplar su rostro en la mañana. La suerte de sentir como mi corazón se acelera cuando lo veo venir, cuando le oigo decir "me encantas". La suerte de sentir como mi corazón galopa cuando galopamos juntos hacia un futuro/presente mejor. El hablar de nuestros corazones con miradas, con sonrisas, con "fruncir de ceños", con los ojos en blanco, con los ojos cerrados. El cantar sin vergüenzas, bailar bajo las estrellas rodeados de chopos que llegan hasta ellas, reír por las cosquillas y por las mil tonterías que nuestras mentes, locas, sueltan. ¿Qué más puedo pedir? Si cuando el alma, antaño separada, de nuevo se encuentra unida. ¿Qué más puedo pedir? Si todo con lo que había soñado en ese Él, vino y con extras... En el momento en el que pude ver tu alma a través de tus grandes ojos, supe que era la otra mitad de la mía, que siempre anduvo perdida. Ese momento de mirada intensa, en aquel bar, fue para mí mágico porque con ella, hiciste que mi mundo se derrumbase, pues nunca volví a estar perdida, encontré mi hogar.

Y ahora todo está roto, ese "hogar" de nuevo perdido, todo fue un oasis de mi verdadero sino. Tal vez sean mis ojos los que debería perder, o quizás mi alma que, como en tiempos románticos, lo imposible ansía. Quizás esto sólo era una jugarreta de mi "ángel de la guarda", un poner miel en los labios para luego volver a la amarga, y fría oscuridad de siempre. Maldito el momento en el que decidí ser así, vivir bajo el principio del "tú se feliz, ya lo seré yo, no te preocupes" con una triste sonrisa que me quema por dentro. ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado? ¿Por qué tienen que ser todo restas y no sumas? Lo di todo, lo dimos todo, pero no fue suficiente. Y, aunque no te lo creas, seguiré siempre siendo tuya, aunque nuestros caminos se alejen, aunque se entrecrucen con otros, seguiré siempre siendo tuya. Aunque la distancia termine por enfriar todo lo que antes ardía, seguiré siempre siendo tuya. Y quizás este tiempo siendo lo que somos, sin etiquetas, ni marcos, siendo sólo nosotros un poco más separados, venga bien. Nos haga valorar un poco más que la vida es sólo un "hoy" no un mañana, y nos haga vivir con más intensidad. ¿Pero qué más puedo pedir? Si ahora todo es dolor y estoy destruida, es porque antes hubo amor y estaba viva. ¿Pero qué más puedo pedir? Un último de tus "love" y otro de tus "Buenos días Princesa".

Resultado de imagen de oasis paisaje

Julie Sharks